Nota Editorial – Abril 2024
“La verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión, es la presencia de justicia”.
Martin Luther King
Estos primeros meses de 2024 se han perfilado como un año de cambio significativo para México, particularmente en el ámbito laboral, marcado por la consolidación de las primeras negociaciones colectivas genuinas tras la reforma laboral de 2019. Este hito llega después de completar el proceso de legitimación de los contratos colectivos en 2023, en el que las revisiones integrales de los contratos que fueron legitimados requieren ahora la aprobación de los trabajadores mediante votaciones directas, libres y secretas. Este cambio fundamental no sólo motiva a líderes sindicales y trabajadores a alcanzar consensos, sino que también les brinda a los trabajadores un instrumento esencial para demandar mejoras salariales, al tiempo que desafía a los empleadores a adaptarse a una dinámica de negociación colectiva inédita para muchos en el país.
Este año, hemos sido testigos de cómo las bases trabajadoras han ejercido presión sobre sus líderes sindicales para lograr mejoras significativas, recurriendo en ocasiones a la huelga como medio para conseguir sus objetivos. Casos emblemáticos, como los de Audi y el Nacional Monte de Piedad, ilustran cómo estas movilizaciones buscan alcanzar negociaciones justas que resultan en acuerdos salariales en línea con los estándares de la industria, subrayando el deseo de los trabajadores por condiciones equitativas más allá de cualquier intento de desestabilización.
Actualmente, México vive una era de transformación en el acceso a la justicia laboral, impulsada por la reforma laboral de 2019. El país se destaca no sólo por su mano de obra económica, sino por su competitividad, un mercado amplio, una ubicación estratégica con acceso privilegiado a Estados Unidos y una infraestructura robusta para las cadenas de suministro globales. Estamos fomentando un ambiente laboral equitativo para todos, reflejando el verdadero significado de la paz laboral, basada en la justicia y el diálogo constructivo.
Es momento de redefinir la “paz laboral” en México. Lejos de ser un simple slogan de marketing para atraer inversiones, prometiendo un entorno sin conflictos ni huelgas como sinónimo de estabilidad, debemos reconocer que la justicia laboral auténtica implica mucho más que la mera ausencia de disputas. Este enfoque renovado nos invita a cuestionar y reimaginar las bases de nuestra estabilidad laboral y del tipo de inversión que queremos atraer a México, centrando nuestros objetivos en un desarrollo sostenible, a través de la equidad y la justicia para todas y todos los trabajadores.
Ingrid Ceballos Gaystardo
Directora del proyecto