Pluma Invitada José Luis Rostro | Sindicalismo digital, hacia una nueva conciencia de la clase obrera
José Luis Rostro
Reconocido jurista mexicano especializado en derecho laboral y derechos humanos. Ha destacado por su participación en diversos casos emblemáticos, como el de Yssel Reyes, donde defendió el derecho a la no discriminación en el ámbito laboral. Su trabajo se ha centrado en analizar y criticar las decisiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, especialmente aquellas relacionadas con el derecho laboral y los derechos humanos. A través de sus publicaciones y participaciones en medios especializados, ha contribuido significativamente al debate público sobre estos temas, posicionándose como una voz influyente en el campo del derecho laboral en México.
El poder social siempre ha surgido de la cooperación entre un gran número de personas y hoy se debe modernizar con ese punto de encuentro que es el sindicalismo, transformándolo en un sindicalismo digital que dé cabida a una gran variedad de trabajos en la era de la inteligencia artificial, y de la cual una de sus columnas vertebrales es la información – datos que circulan en las redes informáticas-, que es el oxígeno y la energía que mueve a las distintas formas de Inteligencia Artificial (IA) que están en pleno auge.
En el siglo XXI los obreros se desempeñan en dos realidades, la tradicional y virtual, como el teletrabajo que es un medio de subordinación a través de las tecnologías de la información, pero ambos obreros se reúnen alrededor de sus necesidades para satisfacer el acceso a la vivienda, la salud, la educación y un trabajo digno, y en general, respeto a sus derechos humanos. Pese a esta coincidencia, el reto más complejo por enfrentar es el lograr una correcta regulación y vigilancia por parte de las instituciones laborales de los procesos de automatización, robotización, teletrabajo, trabajo en plataformas digitales y su correlación con el metaverso, los algoritmos, y los distintos tipos de IA que se introducen en los procesos productivos y que actualmente generan desempleo tecnológico masivo a nivel mundial.
El sindicalismo se debe transformar y abarcar el ámbito digital, debiendo desarrollar nuevas formas para defender a sus agremiados en el ámbito de la realidad virtual y defender un nuevo interés profesional, porque el origen de las desigualdades del siglo XXI, ahora se basa en la digitalización de las relaciones laborales como un nuevo factor de producción, siendo uno de sus ejes los avances de la ciencia y la tecnología introducidos en los procesos productivos a través de los cuales se precarizan las condiciones de trabajo, se abarata la mano de obra o se suprime. Conforme al nuevo Índice de Desempleo ante la IA “GENOE”, su impacto será en el corto plazo, sin tener mayor tiempo de reacción frente al impacto en las condiciones de trabajo básicas de los seres humanos de todo el mundo.
Hoy en día en un estado postdemocrático se encuentra una nueva clase dominante mundial, representada por las plataformas digitales, 180 de ellas tienen el 80% de la riqueza mundial, una sola persona como Elon Musk detenta 400 mil millones de dólares, mientras que miles de millones de seres humanos no tienen para comer. Estas son las desigualdades de la era de la Inteligencia Artificial, en donde la IA ya sustituye al ser humano en múltiples áreas, por ejemplo, en la toma de decisiones cuando nos califican para una hipoteca, con base en algoritmos, se determina la imposición de pena de cárcel, o se valora si tenemos un perfil para un trabajo. La IA ya nos sustituye en las líneas de producción, en los cajeros de las tiendas de autoservicio, en los bancos, nos dan múltiples órdenes para atender los pedidos de transporte de pasajeros por aplicación, o entrega de paquetería o alimentos.
Toda interacción social es una lucha por el poder, en eso se basó el sindicalismo y desarrollo en la era industrial, pero en la era de la IA la interacción cambia, ahora el binomio es el ser humano – robots, algoritmos, automatización o IA son trabajadores digitales, aunque se denominen nómadas digitales, emprendedores, desarrolladores, creadores de contenidos digitales, influencers o choferes, hoy en día, en la sociedad del rendimiento, se auto-explotan en beneficio de las plataformas digitales, en una aparente lucha por la libertad y la independencia económica; al fin y al cabo, es una nueva lucha social digital por el poder.
A fin de satisfacer de nueva cuenta las condiciones laborales básicas, ¿Qué cambia entonces? Que de manera abierta el ser humano es cosificado o convertido en mercancía a la cual se le puede sustituir fácilmente en los procesos productivos por algo más eficiente, más barato, que no se queja, que no se enferma, que no se va a paro o huelga, y cuyo trabajo tiene cada vez menos valor, a pesar de lo que digan las leyes laborales. Por ello, su último refugio es el Sindicalismo Digital, porque aislado el ser humano es más vulnerable, crear esta nueva conciencia digital es un imperativo para representar el nuevo interés profesional, ya no importa si eres científico, emprendedor o teletrabajador, la nueva clase dominante te explotará de nuevas formas, su intención es apoderarse de toda ganancia que será absorbida por un turbo-capitalismo digital.
La información digital en el sector laboral crea nuevas realidades, mediante las cuales el sindicalismo debe conectar con las nuevas generaciones en este nuevo universo virtual, donde se trabaja y donde se deben crear nuevas comunidades laborales virtuales, debiendo unirse a la lucha sindical, considerando la información como un nexo social, en torno al cual se organizan nuevos frentes de lucha que abarcan nuevos tipos de trabajadores como los de plataformas digitales, los teletrabajadores, los emprendedores, influencers o desarrolladores de contenido. En este nuevo escenario, el líder sindical ya no es el centro, ahora el sindicalismo digital es el que se incrusta en las redes sociales donde implementará nuevas formas de lucha, de organización, de defensa de los nuevos intereses profesionales, esto tiene que visibilizarse en las redes sociales por nuevos expertos sindicales digitales que reflejen esta complejidad del mundo laboral frente al avance de la IA, el sindicalismo debe crear una nueva identidad y consciencia de clase para estar a la altura de los avances de la ciencia y la tecnología, tanto en el sector público como en el privado. ■
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