Nota editorial

“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
Mario Benedetti

Han pasado cinco años de la puesta en marcha de la Reforma Laboral de 2019. En tiempo récord y con las dificultades propias de una modificación legal de esta magnitud, se ha desarrollado un nuevo andamiaje institucional –perfectible– para cumplir con su principal objetivo: que las y los trabajadores recuperen su poder de decisión en el trabajo y en el sindicato.

En este sentido, es innegable el papel protagónico de las organizaciones sindicales para hacerlo posible. Debemos reconocer sus esfuerzos por adaptarse a la nueva realidad laboral, pero también debemos señalar que son insuficientes y que falta mucho por hacer.

La adecuación de sus estatutos, la legitimación de los contratos colectivos de trabajo, las consultas habituales a las y los trabajadores con voto personal, libre, directo y secreto en las principales decisiones colectivas, la proporcionalidad de género en sus directivas, la rendición de cuentas de las cuotas sindicales, entre otros cambios sustantivos, son un logro importante en cumplimiento con la (no tan) nueva legislación. Avanzamos con las formas, pero seguimos batallando con el fondo.

¿Qué debemos hacer para que las y los trabajadores se apropien plenamente de los cambios a la Ley Federal del Trabajo? ¿Cuándo mejoraremos la percepción de nuestros sindicatos ante la sociedad? ¿De qué manera logramos la renovación sindical, más allá del cambio democrático y la inclusión de mujeres en sus dirigencias? ¿Cuál es la estrategia para incrementar la reducida tasa de sindicación? ¿Cómo podemos mejorar la negociación colectiva a partir de la reforma laboral? ¿Por qué nos hemos concentrado más en disputar CCT entre el sindicalismo emergente y el sindicalismo tradicional, en lugar de apostar por el aumento de la representación colectiva en centros de trabajo que nunca han tenido un sindicato?

A un lustro de distancia, nos damos cuenta de que la RL2019 no es en sí misma la respuesta, sino un detonador de otras más preguntas que durante mucho tiempo no nos hicimos. Con un respetuoso llamado a la reflexión y a la autocrítica, comencemos con la más importante: ¿Cómo pasar de la reforma laboral a la transformación sindical?

Angel Pazos Romero
Coordinador del Diálogo Sindical
Fundación Friedrich Ebert en México