Nota editorial – ¿Cómo impacta el regreso de Trump en las relaciones laborales México-EE.UU.?

El regreso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos no cambia en esencia las relaciones bilaterales en materia laboral entre México y EE.UU. Según el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, el T-MEC protege la relación comercial entre ambos países, a pesar de las incertidumbres políticas en ambos lados de la frontera.

Recordemos que fue el propio Trump quien impulsó la renegociación del antiguo TLCAN, lo cual dio lugar al T-MEC con su innovador capítulo laboral. T-MEC y el papel de México en el fortalecimiento de la justicia laboral

Durante la renegociación, Estados Unidos expresó su preocupación sobre los salarios bajos y los contratos de protección en México. Esto impulsó la adopción del Anexo 23-A en 2018, con el compromiso de México de implementar un sistema de justicia laboral que fomente una negociación colectiva auténtica. En 2020, el T-MEC fue aprobado con un histórico respaldo bipartidista en el Congreso de EE.UU., destacando el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR), el cual tiene la capacidad de sancionar a una empresa en caso de que no se asegure el cumplimiento de los derechos laborales en materia de libertad sindical en los sectores prioritarios del T-MEC y simboliza el nuevo paradigma de comercio justo en acuerdos comerciales. El mensaje es claro: independientemente del partido en el poder, EE.UU. prioriza una relación en la que México consolide su Reforma Laboral de 2019.

Afortunadamente, ambos países parecen estar alineados en atraer inversión extranjera de calidad. La presidenta de México ha destacado que el país ya no compite con salarios bajos, sino con ventajas estratégicas en sus cadenas de proveeduría. Asimismo, el Embajador de EE.UU., Ken Salazar, enfatizó recientemente que, hoy más que nunca, las cadenas de suministro entre México y EE.UU. están integradas profundamente.

Los desafíos de México para cumplir con el T-MEC y el MLRR

Para México, cumplir con el T-MEC requiere fortalecer el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), que es clave para garantizar la democracia sindical. Además, resulta urgente otorgar al CFCRL facultades sancionadoras en casos de violaciones a la libertad sindical, un tema pendiente en el Congreso que se necesita para consolidar la Reforma Laboral. Igualmente, México deberá asegurar que la reforma judicial garantice la imparcialidad y especialización de los tribunales laborales, y evite acumular rezago como el que existía en el antiguo modelo con las Juntas de Conciliación.

A nivel empresarial, las compañías deben asumir la responsabilidad de respetar la libertad sindical, mientras que los sindicatos deben mejorar su transparencia y fortalecer la confianza con los trabajadores. Con la próxima revisión del T-MEC en 2026, incluso si se endurece el monitoreo de sus compromisos laborales, México está preparado para cumplir en el marco de una relación bilateral respetuosa y colaborativa